Durante estas 8 semanas he aprendido algo muy importante:
"Que yo, soy lo más valioso para mí "que sólo yo puedo hacer cosas para mí y que nadie lo puede hacer por mí, entre otras cosas porque los demás no saben como yo me siento.
He aprendido a saborear mejor los alimentos, los paseos, lo cotidiano.
En definitiva, a saborear más la vida, degustar y prestar más atención al presente dado que la vida es muy frágil y se puede romper en cualquier momento, a tener menos expectativas ya que también se pueden quebrar y sobre todo lo que no está de tú mano.
He aprendido a importarme menos lo que piensan los demás de mí, que cada uno tenemos nuestros problemas y yo no soy tan importante para que les quite el sueño los míos.
Mi vida ha cambiado ya que ahora conozco unas herramientas que desconocía y que no son fáciles.
Y que hay que seguirlas trabajando y practicando, porque realmente merecen la pena para llevar una vida más tranquila, más serena y sobre todo para estar en paz contigo (algo fundamental).
Sólo me queda dar las gracias a las personas que dedicáis vuestro tiempo a los demás, para ayudarles a que se paren y hagan un cambio en su vida.
Que no estamos solos, hay más gente con distintos problemas y que compartimos los mismos sufrimientos y sentimientos.
Agradecer al Teléfono de la Esperanza por tener este rinconcito en León, para poder acercarnos cuando queramos y optar por estos talleres, que tanto me ayudan.