domingo, 16 de junio de 2024

domingo, 16 de junio de 2024

El jardin de la autoestima

Testimonios de voluntarios
                   

EL JARDIN DE LA AUTOESTIMA El mundo giraba como si nada cuando un grupo de doce personas provenientes de distintos puntos coincidieron en espacio y tiempo con el objetivo de mejorar su Autoestima. Empezaron con compasión y sin juzgarse, cada uno desde donde estaba, con lo que tenía y con la paciencia del jubilado que cuida su jardín.

La Autoestima es una actitud hacia uno mismo, se forma a través de tres componentes interrelacionados, el cognitivo, el afectivo y el conductual. Dependerá del nivel de conciencia y de los cuidados que les dediquemos que crezcan flores o malas hierbas. Por eso se invitó a los participantes a que activaran el modo explorador para adentrarse en su jardín.

En el Jardín Cognitivo predominaban distintas especies de ideas irracionales como la culpabilidad o la autoexigencia y necesidades dañinas como la de aprobación, la de ser amado y la de justicia. Todas eran muy invasivas. Eliminarlas les supuso trabajar de sol a sol para cambiar el foco, bajar las expectativas y cuidar la voz interior. Para acelerar los resultados se apoyaron en dos herramientas muy poderosas. Una la confrontación y la otra el Mindfulness que les permitía entrenar la atención y concienciarse de que las plantas necesitan oxígeno y sólo pueden crecer en el momento presente.

En el Jardín Afectivo descubrieron mucha maleza, no se valoraban lo suficiente, ni aceptaban sus cualidades. Aquí disponían de otra herramienta muy potente, el Amor Incondicional hacia ellos mismos. La podían usar tantas veces como fuera necesario a la vez que se ocupaban de cambiar los aspectos que dependían de ellos y aceptaban los que estaban fuera de su control.

En el Jardín Conductual se enfrentaron una plaga de excusas, procrastinación y pereza. Nada que no se pudiera combatir con la herramienta de Decidir Actuar y tener un comportamiento consecuente y coherente con sus valores y su plan de acción. La primavera avanzaba y el mundo siguió girando como si nada, pero en cada Jardín del Grupo de Autoestima del Teléfono de Esperanza empezaron a salir brotes verdes, porque los participantes se responsabilizaron y se abrieron a la posibilidad de que había otra forma de plantar, cuidar y regar para Ser y Estar.