Quiero compartir mi experiencia en el curso de autoestima del “Teléfono de la Esperanza” al que asistí y que realmente me hizo descubrir y sembrar la semilla del amor propio. Aunque al principio me sentía un poco fuera de lugar por las diferencias personales y de edad, eso pronto se convirtió en una oportunidad de aprender mucho de personas, en principio, diferentes a mí.
La conexión que logramos fue muy guay, la vibra del grupo y toda la emoción que se sentía fueron muy interesantes durante las 8 sesiones. Lo que más me impresionó fueron los momentos súper intensos y reales, de personas desconocidas dispuestas a evolucionar y trabajar en sí mismas. Cada uno, desde su lugar y momento, aportaba algo único, y eso hizo que todo fluyera de forma muy natural. Las coordinadoras son unas cracks. Nos dieron herramientas para mejorar nuestra autoestima y conectar más con nosotros mismos, como la meditación, la aceptación, la escucha activa, la comunicación con nosotros mismos, la gestión emocional, la planificación de metas, etc... Siempre lo hicieron con un tono disciplinado y cariñoso, fruto de su experiencia y trabajo personal.
Pero lo que hizo que todo fuera especial fue la energía del grupo. Fue un placer compartir experiencias y sentir la igualdad entre personas interesadas en el desarrollo personal. Sentirnos tan conectados y saber que todos estábamos ahí para apoyarnos fue una experiencia muy potente. En fin, este curso no sólo me dejo con una clara hoja de ruta hacía como cultivar una mejor autoestima, sino que también me regaló recuerdos y relaciones personales que valoro mucho.