Este es el sexto taller que he hecho, aquí, en el Teléfono de la Esperanza.
No fue un taller elegido, ya que estaba apuntada en otro al que, por circunstancias, no pude asistir, es por lo que considero que fue el taller el que en este caso me eligió a mí, (siempre he creído que la vida va poniendo delante de nosotros lo que necesitamos y otra vez acertó).
¡Qué necesitada estaba yo de este taller y cuánto he aprendido!
Para empezar Maite y Amparo nos han guiado por el camino y nos han ayudado a lanzarnos a situaciones que, de antemano, nos parecían inverosímiles. Nos han alentado no sólo los días que nos tocaba sesión en la sede sino durante toda la semana con sus notas y aclaraciones en el grupo de wasap.
Me he encontrado en el grupo muy arropada, cómoda y segura, con unas personas de una calidad humana extraordinaria.
He aprendido, a mis 62 años, a comunicarme de forma asertiva, a hacer y recibir cumplidos y críticas, a mostrar mi desacuerdo, a decir NO, a darme cuenta de la importancia del Lenguaje No Verbal... a reflexionar sobre el modelo de comunicación que tuve en mi infancia el cual me influye pero no tiene que determinar cómo me comunico yo ahora, porque en mi vida soy yo la que toma las riendas y todos tenemos esa opción de crear nuestra propia vida, todo ello lo trabajamos en un ambiente de confianza y seguridad.
Me ha encantado cada vez que Maite nos recordaba que no tenemos una bola de cristal para adivinar lo que piensa la gente o lo que va a pasar y que tanto nos atormenta. He dejado de lado lo que puedan pensar los demás y he dejado de hacer conjeturas sobre el futuro y eso me ha dado PAZ.
Para acabar estoy muy agradecida a Maite, a Amparo y a los compañeros que formaron el grupo por haberme ayudado a relacionarme mejor con todos los que me rodean y por lo tanto a ser más feliz.