Toma conciencia de tus excusas
Muchas personas no son conscientes de la cantidad de excusas que realizan para no hacer cosas y no tomar iniciativas. Lo más problemático es que se convierte en un hábito tan fuerte, que la persona se siente arrastrada a sacar de su chistera, casi de forma continua, esta evitación, porque en realidad, las excusas son evitaciones para no hacernos cargo de nuestra vida.
Estás siempre eligiendo entre EXCUSAS o RESULTADOS. Cuando tus frases empiecen por “ES QUE”, es que ya estás sacando de tu chistera una excusa.
a. “Es que es muy difícil”.
b. “Es que yo soy así”.
c. “Es que no se puede”.
d. “Es que ya lo he intentado y no resultó”.
e. “Es que tú no has pasado por todo lo que yo he tenido que pasar”.
f. “Es que somos diferentes”.
g. “Es que aquí eso no funcionaría”.
h. “Es que desde fuera parece todo muy fácil”.
i. “Es que ahora no es el momento”.
j. “Es que soy demasiado joven/viejo”.
k. “Es que mis circunstancias no me lo permiten”.
Cada vez que te veas sacando un “es que”, pregúntate que estás evitando y a qué te estás aferrando. Te darás cuenta de que estás en una zona de confort tan fuerte, que cualquier paso, aunque sólo sea para tomar un vaso de agua, lo conviertes en un mundo. No te das cuenta de que te has dispuesto para una fuerte depresión. Recuerda: “Para salir de una depresión, HAY QUE MOVER EL CULO”. Las pastillas de la depresión las puedes encontrar en tu propio organismo, moviéndote.
Hasta el próximo encuentro.