domingo, 26 de mayo de 2024

domingo, 26 de mayo de 2024

Taller de dinamización

Testimonios de voluntarios
Mª Nieves Valderrey López

Sinfonia a la belleza

Tal y como expresó Ifeanyi Onuoha: “El trabajo en equipo es el secreto que hace que las personas comunes logren resultados extraordinarios”.

Un día cualquiera, o al menos eso me pareció, nos juntamos un grupito de seres especiales, en un lugar especial, compartiendo un interés común, el de convertirnos en impartidores de talleres en el teléfono de la esperanza. 

Desde el inicio se puso de manifiesto el valor de todos los componentes del grupo y el feeling fue instantáneo. Todos llegamos dispuestos a formarnos, a desempeñar los roles necesarios y a implicarnos al máximo para poder sacar el máximo provecho a estas jornadas denominadas: “Dinamizadores del TE”.

Solamente con la presentación en escena de la dinamizadora del taller, que voy a definir como “pequeña orquesta de cámara”, se constituyó un ambiente grupal que inundó el espacio de un torrente de energía limpia y se creó una atmósfera de optimismo y positivad que perduró hasta el final.

Esta pequeña orquesta de cámara la formaron los siguientes intérpretes:

Al frente la directora de la orquesta Marieli que, batuta en mano mostrando, en todo momento, una actitud activa y positiva, fue la encargada de coordinar este equipo y de que todos sus integrantes, se sintieran miembros de pleno derecho de un conjunto armonioso unido y colaborador.

Tuvimos la suerte de contar con un concertino de excepción nuestro psicólogo Domingo que como primer violín, haciendo gala de una gran generosidad y acompañado de su fiel amigo Son que hizo las delicias de todos nosotros, estuvo dispuesto a aclarar cualquier cuestión técnica y ser el nexo de unión entre la directora y los demás miembros de esta miniorquesta.

La armonía entre todos los instrumentos vino de la mano de Amparo que con su templanza y técnica sacó los más bellos acordes a la viola. Estamos ante una interprete en la que el orden y equilibrio forman parte de su ser.

En manos de la virtuosa M. Jesús quedó el chelo, instrumento básico que por la calidez que conforma su sonido es considerado el instrumento más parecido a la voz humana. Su diligencia unida a su experiencia en la enseñanza y su inspiración al interpretar diversas melodías son sus señas de identidad.

Al contrabajo contamos con Camino. Se trata de un instrumento con un registro grave, un sonido potente y nítido, preparado para marcar el tempo, el pulso y la estructura; queda patente la resolución profunda y grave, gracias a la pericia, seguridad y precisión de la interprete.

Nuestro chico jazz, Gerardo, fue el encargado de enriquecer la orquesta con el saxofón el más emotivo y penetrante de los instrumentos de viento, su calidad sonora, el color y su gran expresividad parecen provenir de la profundidad del océano.

Mágica como un hada, es la expresión correcta para definir la actuación de nuestra Inma con la flauta travesera. Su timbre melodioso, dulce y ágil a la vez, fue capaz de transmitir múltiples sensaciones a todos los que la escuchamos.

El oboe es el instrumento que mejor se mantiene afinado y al que mejor se adaptó a Pilar que destacó por la armonía de sus notas flotando en el espacio, por la intención de su mirada penetrante y su expresión enigmática.

El clarinete tiene la facultad preciosa de producir el eco y el sonido crepuscular. En las manos de Esmeralda su versatilidad nos sorprendió y maravilló por los diversos matices que la hicieron brillar con luz propia, ya que hubo momentos en los que parecía levitar.

De la percusión, en esta miniorquesta de cámara, me encargó yo, Nieves, como narradora y otorgadora de roles. Se trata de un sonido impactante lleno de energía cuya misión primordial consiste en marcar el ritmo a través de distintos instrumentos, que mediante el golpeo producen una vibración. La percusionista agrega versatilidad a la actuación destacando su facilidad de adaptación a los demás instrumentos musicales de la orquesta y por ende a todas las situaciones de la vida.

No obstante, el secreto de esta interpretación magistral realizada en el taller de Dinamización, por este grupo-orquesta, radicó en el trabajo en equipo, en el que brillaron “los cinco lobitos” que son: la complementariedad, coordinación, comunicación, confianza y compromiso para mantener la motivación y generar un ambiente de confianza y entusiasmo colectivo.

Solo me queda agradecer a todos vosotros, compañeros y a Marieli (la profe molona en particular), la oportunidad de haber podido disfrutar de estas semanas especiales en las que esperaba con ilusión la llegada de los martes a las 20:00 horas.