Realiza este sencillo ejercicio por la noche. Te ayudará a abandonar los pensamientos recurrentes que pueden aparecer en la mente al finalizar el día y a entrar en un estado de reposo y descanso.
Túmbate en la cama, ya preparado para dormir. Toma consciencia de tu cuerpo y de las sensaciones de tu peso sobre el colchón.
Realiza varias respiraciones lentas y profundas, enfocándote en el abdomen.
Desde el reposo, centra tu atención en los dedos de los pies. Siéntelos, no los pienses. Permítete sentir su tensión, ... respira,... relaja y suelta.
Respirando de manera natural y sin forzar repite a lo largo del cuerpo: piernas, rodillas, muslos, pelvis, abdomen, tórax, espalda, brazos, manos, dedos, cuello, cara, cabeza.
Para terminar, realiza varias respiraciones profundas.