domingo, 29 de noviembre de 2020

domingo, 29 de noviembre de 2020

Ensayo, error, aprendizaje

Todo lo que das, te vuelve
Inma

Desde que hice el primer curso de autoestima en el Teléfono de la Esperanza muchas cosas han cambiado en mi vida, otras siguen igual o parecidas pero ya no me hacen sufrir de forma constante y lo que es más importante, no me paralizan.

El primer paso y fundamental es elegir cada día este camino que no es fácil pero los resultados compensan de forma exponencial a cada esfuerzo.

Sigo recopilando información, aunque ahora dedico la mayor parte del tiempo a practicar y por supuesto a vivir.

Me llaman la atención muchos de los comportamientos humanos irracionales y repetitivos que nos cuesta tanto cambiar y que antes no veía y realizaba de forma automática. Uno de los que en mi opinión dañan más nuestra autoestima es intentar ser quién no somos y darle más importancia a lo que piensen los demás de nosotros que a  nuestro propio criterio. Pagamos un precio elevado a cambio de seguridad, valoración y afecto.

Sigo en proceso de cambio y quiero compartir algunas ideas que cuando las escuché por primera vez resonaban en mi interior hasta el punto de plantearme abandonar,  paradójicamente ha sido esencial comprenderlas para ganar en felicidad:

- Eres responsable de tu vida.

- El pasado condiciona pero no determina tu futuro.

- No sufres por las situaciones o lo que los demás dicen, sufres por lo que tú te dices acerca de ello en base a tus creencias limitantes. Te animo a que las contrastes,la mayoría son falsas y ni siquiera son tuyas, te las contaron y tú te las creíste.

-  Las cosas son como son, la actitud con la que te posiciones frente a ellas marcará la diferencia; aprovéchalas para desarrollar tu creatividad.

- Lo más constante en la vida es el cambio.

- No eres tan especial como para que no puedas pasar por procesos dolorosos, si en vez de culpar a los demás, a Dios, o a la vida pasas a la acción obtendrás otros resultados. Aprende a bailar bajo la lluvia, hazte experto en resiliencia.

- Revisa tus palabras, lo que te dices, porque con ellas construirás tus pensamientos que generarán sentimientos. Los sentimientos provocan emociones que afectan a nivel físico y mental. Busca un lenguaje racional y positivo.

Por supuesto, no te las creas, cuestionalas y busca otras que te sirvan hasta que consigas acercarte el mayor tiempo posible a estados sin sufrimiento, sin reactividad y sin lucha.