viernes, 15 de mayo de 2020

viernes, 15 de mayo de 2020

San Isidro

El rincón del optimista
Juan

No me voy a parar demasiado en recordar el milagro de San Isidro que dice que mientras él rezaba o estaba en misa el ángel aró con su yunta de bueyes la tierra que tenía pendiente de arar. Desde entonces Isidro no sólo fue canonizado como santo, sino que quedó unido su figura a la de Labrador y se convirtió en el patrón de los agricultores y ganaderos, es decir, de la gente que trabaja y vive del campo. La contradicción es que este santo sea al mismo tiempo el patrón de Madrid donde calculo que menos agricultores y ganaderos hay por metro cuadrado.
Alguna vez he recordado en esa sección que soy hijo y nieto de agricultores y ganaderos, y con mucho orgullo puedo decir que desde bien pequeño y hasta que se jubiló mi padre estuve echando una mano a todo tipo de tareas que requiere el campo y el ganado, algo de lo que también me siento tremendamente satisfecho.
Pero no quiero hablar de mí precisamente hoy, día de San Isidro, sino de ellos, de las gentes del campo que siguen en activo. Ante esta crisis sanitaria del coronavirus que nos está tocando vivir, ellos, entre otros, no han parado de trabajar para seguir proporcionándonos alimentos. Este sector siempre ha sido maltratado sobre todo a la hora de cobrar por los productos que sacan al mercado, algo tremendamente injusto que nuestros representantes políticos nunca han sabido revertir.
Pero también ha servido esta pandemia para reivindicar que hagamos nuestras compras en esas tiendas y mercados de cercanía. Seguro que a muchos de vosotros os han traído estos alimentos esenciales a casa y otros habéis optado por comprar en la tiendina del barrio o del pueblo antes que en las grandes superficies.
Ojalá que esta nueva tendencia nos sirva de ejemplo y cuando se recupere la normalidad, sea cuando sea, nos acordemos que si comemos tres veces al día es gracias a los hombres y las mujeres del campo, a mis paisanos. Gracias de corazón.
Asín sea.