Todo lo que das, te vuelve
Inma
Estamos tomando decisiones constantemente, incluso cuando no decidimos también estamos decidiendo, nuestras palabras, nuestros silencios y nuestros actos determinan cómo nos movemos por la vida y que clase de personas queremos ser.
Para establecer unas relaciones sanas tendremos que saber comunicarnos y ser coherentes entre lo que pensamos, lo que hacemos y lo que decimos.
Cuando no sabemos qué decisión tomar uno de los criterios a tener en cuenta es ver cómo te sientes con la decisión que has tomado y si esa decisión es buena para ti y para los que te rodean, teniendo en cuenta que tienes derecho a cambiar de opinión cuando lo creas conveniente.
Si en nuestras relaciones tendemos a perseguir, salvar, manipular, escondernos o victimizarnos quizá sea momento de plantearnos hacer algún cambio para establecer otro tipo de vínculos que permitan el crecimiento de todas las partes implicadas.
Tener en cuenta la coherencia y la asertividad es interesante en estos tiempos de mascarillas, tramos horarios por edades y distancia social. Nuestra postura marcará la diferencia a la hora de hacer un mundo mejor, responsabilidad social y conciencia nuestras mejores armas.