Testimonios
Julia Álvarez
Antes de empezar a desarrollar la memoria sobre el taller quiero empezar dando las gracias al Teléfono de la Esperanza por organizar estos cursos y talleres, a mis compañeras por su implicación, por la puntualidad y la participación. Ha sido un lujo conocerlas y compartirlo con ellas. Y un agradecimiento especial a la coordinadora, Aurita, por su acogida y entrega.
Hacer este taller de habilidades sociales ha sido, y permítanme emitir una opinión personal, una suerte por lo que aborda y por el ambiente que se generó en el grupo.
Las habilidades sociales son todas aquellas herramientas, capacidades y destrezas que permiten una comunicación sana entre las personas. Debería estar prescrito por el médico o por el psicólogo hacer un taller como éste para nuestro crecimiento personal e incluso deberíamos de hacer sesiones de refuerzo.
Elementos fundamentales en una buena comunicación:
ESCUCHAR
NO JUZGAR
RESPETO
ASERTIVIDAD
EMPATÍA
LENGUAJE NO VERBAL
Cuando yo decidí hacer este taller buscaba intentar aprender a escuchar bien, a hablar menos, ser receptiva. Y he aprendido, hemos aprendido, lo importante de ser asertivos, comunicar de una forma honesta, directa, sin violar los derechos y el espacio de los demás, implica aprender a poner límites también, decir NO, a recibir y hacer elogios sinceros, a formular peticiones de una forma adecuada, a expresar críticas y recibirlas. A no dar consejos.
A lo largo de las sesiones hemos comentado, realizado dinámicas para poner en práctica y analizar las distintas habilidades. La comunicación entre el grupo ha sido muy fluida y nos hemos enriquecido entre todas, aportando cada una sus dudas y experiencias. En la escucha hemos crecido, lo que nos ha permitido conocernos un poco y valorar lo positivo de cada una y querernos un poco más a nosotras mismas.
Ha sido fácil cada sesión. Y reitero una vez más mi agradecimiento a todas: a Aurita por coordinar con mucha empatía y transmitirnos los conceptos a trabajar con entusiasmo. Gracias a cada una de las compañeras por su actitud abierta y generosa: a Maite, Anais, Nur, Ana Rosa y Mamen. Hemos sido capaces de generar un ambiente cómodo para expresar sentimientos, emociones, opiniones, consultas con absoluto respeto.
Recordar: las habilidades sociales hay que trabajarlas día a día, sin tirar la toalla y con ganas de hacerlo mejor.