Creciendo en el amor
Juan Fernández Quesada
Dijimos que para ganar en sabiduría había que despertar a la necesidad del cambio y que había que cuestionar el presente. Pues bien, no es menos cierto de que hay que REFORZAR NUESTRAS CREENCIAS POTENCIADORAS.
Un autor llamado Sheldon Kopp (psicoterapueta) decía que "Todas las batallas importantes se libran dentro del yo" y también tenía una cita en la que decía que "Es necesario arar los campos del pasado para poder plantar nuestros propios cultivos".
¡Qué difícil y complicado es plantar buenos cultivos en nuestra vida, cuando hemos tenido un dolor inmenso sufrido en nuestra tierna infancia! ¡Qué difícil es creer que tenemos un “yo superior” escondido en nuestro inconsciente presto a salir y a darnos cuenta de lo maravillosos que somos! ¡Cuántas creencias absurdas limitadoras hemos puesto en nuestro ordenador para defendernos del ambiente para que nos quisieran, para que no nos hicieran daño, para evitar los conflictos!
¿Cómo eran los mensajes de nuestra familia, de nuestro entorno, de nuestra cultura? ¿He generado actitudes controladoras, perfeccionistas, de constante vigilancia, de continua defensa? ¿Y esas actitudes no me están diciendo que hay mucho miedo que liberar?
La necesidad de proteger la vulnerabilidad destruye la confianza en nosotros mismos y en los que nos rodean. Hace poco tuvimos el día de la prevención del suicidio, con el lema “Yo también soy vulnerable”. El reconocimiento de esa vulnerabilidad nos da riqueza personal. La humildad nos enriquece. Saber que somos falibles nos engrandece humanamente. Ser sensibles no es un inconveniente, es una grandeza, forma parte de nuestro ser. Otra cosa es hipersensible.
¿Sé qué programas son consecuencia de lo que me enseñaron o me hicieron creer y qué programas son míos propios o, por lo menos he elegido por mí mismo y no por imposición o por miedo?
Nos enseñaban algo muy contradictorio: que había un Dios eminentemente amoroso y comprensivo, pero al mismo implacable con los “pecados” y castigador. ¿Todavía crees que Dios está contra ti? A veces esta creencia aparece cuando las cosas no nos van muy bien en la vida. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? ¿Por qué me castigas con esto?
Creemos que no podemos tener mucha felicidad o alegría porque nos (Dios, La Vida, etc.) la robarán en cualquier momento. Con lo cual, no te muestres muy alegre, no te permitas tener un alto estado de felicidad.
¡Cuánta culpabilidad, miedo y castigo nos han infundido!
Las religiones, en general, no han potenciado la confianza del individuo en sí mismo, antes bien, han potenciado el “No creas en ti, cree siempre en alguien que es más fuerte que tú”.
Emprender un buen camino a la sabiduría requiere de fe, confianza, de la creencia en que Dios, La Vida, el Universo, están en ti, contigo y siempre saldrá en tu ayuda.
Cree que tienes una gran fortaleza en ti, un Cristo en ti, que como dice Viktor Frankl: “Estás llamado a trascender tu mundo físico”. Salir de ti mismo implica ser-en-el-mundo y por lo tanto ser-con-otros. Ser-en-el-mundo no es otra cosa que estar fundamentalmente orientado hacia un fin, hacia un valor que hay que realizar. O como decía Abraham Maslow: Autorrealizarnos.
¡Estas llamado a sacar y compartir el maravilloso ser que eres!
Hasta nuestro próximo encuentro.