Buscando en mi estantería
Duende
Un león que vivía en la jungla, al tener sed, se acercó al lago para poder calmarla en sus espejadas aguas. Al ir a meter las fauces en las aguas del lago, vio su rostro reflejado en las mismas y, creyendo que era el de otro león, se dijo a si mismo: “¡Vaya estas aguas deben de pertenecer a este león!”.
Y, sin poder calmar la sed, se dio media vuelta y partió. Pasado un rato, sentía tanta sed que decidió volver hasta el lago y, al ir a beber, de nuevo vio el rostro del león del lago. Abrió sus amenazadoras fauces, pero al ver que el león del lago también lo hacía, retrocedió aterrado, pensando: “¡Este león es muy peligroso! Lo mejor será irme o me devorará” A si lo hizo y se alejó unos metros. Cada vez tenía más y más sed que ya era inaguantable. Lo intentó varias veces más, pero siempre se interponía el león del lago.
Cuando ya la sed le consumía, pensó: “Moriré al hacerlo, pero ya no puedo dejar de beber”. Se acercó a las aguas del lago y, al tratar de beber, de nuevo apareció el rostro del león del lago. Ya no podía más, por lo que, con un movimiento rápido, metió la cabeza en el agua y bebió hasta saciarse. Entonces, sorprendido, se dio cuenta de que el león que tanto temiera había desaparecido.
Comentario:
No hay peores miedos que los imaginarios, ni peores temores que los infundados. Muy a menudo, nuestra incontrolada imaginación nos hace ver lo que tememos ver. Pero no basta con saber que un miedo o temor es irracional e, incluso, absurdo, porque muchas veces no encontramos los recursos anímicos necesarios para superarlo. Por eso hay que someterse a una disciplina psicomental que nos ayude a transformarnos y potenciar nuestros recursos internos. El miedo limita y siembra mucho desasosiego, puede llegar a desquiciar a la persona y empobrecer su consciencia en grado sumo e incluso, a generar no pocas enfermedades psicosomáticas. Me refiero al miedo inútil, que es el infundado, ya que el miedo con fundamento es un aliado en cuanto que nos permite reaccionar ante el peligro o la amenaza. A menudo los miedos desaparecen cuando nos enfrentamos a ellos y los atravesamos, pero, si eso no es posible con algunos miedos, hay que aprender a convivir con ellos y a hacer las cosas a pesar del temor.
Bueno querido lector del blog, si estás leyendo esta línea, creo que una buena suposición por mi parte, es que te has leído los párrafos anteriores, y si no los has hecho, te invito a que los leas, pues son un ejemplo de lo que te vas a encontrar en este libro titulado “La Llave de la paz interior” cuyo autor es Ramiro A. Calle, con ISBN: 978-84-270-3583-6 de mr ediciones. Estos datos del libro os los facilito por si en algún momento decidís leerlo.
Este fue el primer libro que me leí de este autor, que quizá lo conozcas por sus libros de yoga y meditación. En esta ocasión, Ramiro Calle nos presenta una serie de narraciones o cuentos cortos de los cuales se saca una enseñanza, que el autor explica en el apartado de comentario. Primero nos cuenta una historia y en su comentario la enseñanza que se saca del relato.
Si no conoces este tipo de narraciones, casi todas provenientes de los maestros espirituales de la india, te invito a su lectura, y cuando termines estoy seguro que algo de paz interior habrás alcanzado, o al menos habrás descubierto un nuevo género literario.