El rincón del optimista
Juan

Conozco alguna más, pero hay tres ferreterías en la provincia de León que las tengo bien ‘tratadas’ y que me producen verdadera admiración: son la de Villarejo de Bembibre, la de Tomás de Cea y la Del Amo de Sahagún.
En las tres he comprado distintos productos para el campo y animales, pero en las tres he tenido la suerte de pasar por las ‘tripas’ de sus pasillos casi laberínticos. Lo que más me sorprende es que las tres ferreterías tienen de todo. La de Bembibre la regenta Pepín que es un tío con mucha labia, pero sobre todo muy activo y que no duda en meterte a la trastienda para que tú elijas entre un montón de género que ‘duerme’ en las estanterías. Y qué me dices de los cientos de cajones de madera que suelen tener estas tiendas con solera de donde salen puntas de todo tamaño, destornilladores, abrazaderas… ya digo, de todo. Y además, cuando te vas a ir de la tienda, te suelta un “Adiós salau” con un soniquete que a mí me gusta especialmente.
En la Ferretería de Tomás, en Cea, hay distintos niveles, de alturas escalonadas. Es un poco tener la sensación de trabajar de trapecista. Aquí puedes comprar nuevamente de todo: yo he comprado puertas, suelos de madera y hasta una escopeta de balines. Tomás tiene un trato muy agradable igualmente y rápidamente te da unos consejos honestos donde se ve que trata de que salgas contento y no con los bolsillos vacíos, es decir, que compras lo que necesitas realmente no aquello que adquieres muchas veces ‘por si acaso’.
Y finalmente, la tienda Del amo en Sahagún, que atienden los hijos del creador del negocio, tiene también distintos niveles de altura de la calle. Es la más laberíntica de las tres que tratamos hoy. Como cabecera de una comarca eminentemente agrícola y ganadera como es Sahagún tiene aperos e todo tipo, bidones, palas, horcas, pero también material para hacer alguna que otra obra o chapuza en casa. Nuevamente, tiene de todo lo que buscas.
De este modo quiero rendir homenaje no sólo a los ferreteros, sino a todos aquellos comerciantes, sobre todo de la provincia de León, los enclavados en zonas rurales, verdaderos aventureros emprendedores que siguen apostando por los pueblos en una etapa donde se han puesto de moda tres palabras que no me gustan nada de nada: la España vaciada.
Asín sea.