Ventanas al sol
Ana Cristina Pastrana
Hay una mujer colgada de mi hombro, dolor y perfección, un ruiseñor con las alas rotas.
Hay una mujer atravesada en mi garganta que muere cada noche para resucitar cada mañana.
Hay una mujer en la punta de mis dedos, una mujer de miel y agua, que se columpia en mis pupilas y se escapa con mis lágrimas.
Hay una mujer en el patio de la luna que persigue estrellas y las acuna entre las sábanas, una mujer que sobrevive a su pasado y sólo vive cuando ama.