PEQUEÑOS PASOS PARA PEQUEÑOS PIES
En muchas situaciones, cuando la
tarea la vemos muy ardua, conviene desgranarla o hacerla en pequeños pasos.
Esta estrategia es muy útil en todas las profesiones en las que se les presenta
a los profesionales una gran cantidad de tareas a acometer y no saben por dónde
empezar.
Hacer pequeños cambios en áreas de nuestra vida, promueven grandes cambios generales, porque todo está conectado y en interacción, los pequeños cambios de pensamiento, emocionales, conductuales, actitudinales, etc., generan grandes cambios en toda nuestra persona, y, por ende, en el entorno.
Os puede ser interesante en la
práctica de la escucha. Imaginad que vais a una conferencia que es muy larga y
os cuesta mantener la atención durante toda la sesión. Podemos generar, a modo
de interruptor, una conexión de unos minutos con la charla, y unos minutos de
desconexión. Practica este sistema en la próxima reunión que tengas o en algún
encuentro con alguien que suele hablar mucho tiempo. Si decides estar tres
minutos atento/a, que sean tres minutos de verdadera atención, y los tres
siguientes minutos desconecta y escucha una melodía que te guste, mentalmente.
No te habrás enterado de todo lo que te han contado, pero habrás ganado en
atender cuando lo deseas, con intensidad, y no abrumarte por tanta información
y tiempo de escucha. Es una forma de ayudarte a ir ganando capacidad de
atención, si es que te cuesta mantenerla todo el tiempo.
Otra forma de hacerlo es
limitando el tiempo de dedicación a una tarea. Decide cuánto tiempo vas a
dedicar a algo y, al finalizar, dedícalo a hacer algo que te agrade, aunque no
hayas terminado con la tarea. Este procedimiento lo aplicó el famoso Aaron Beck
(uno de los padres de la Psicoterapia Cognitiva) en una de sus consultas. La
paciente era la esposa de un político que tenía mucho éxito en su profesión, y
ella se sentía resentida contra él, porque se veía como una chacha (sin deseo
de ofender la labor de estas personas), como ama de casa, y no acompañada en la
educación de sus hijos. Las terapias contra su depresión no habían dado ningún
resultado. Beck le sugirió que hiciera cosas que fueran significativas para
ella y que le reportasen confianza en sí misma, que casi
siempre es el problema de fondo.
Recuerda también que si tú estás
realizando una tarea y los sentimientos que estás teniendo son desagradables,
estás estableciendo un vínculo entre ese estado de desagrado y la situación,
por lo que llegará un momento en el que el sólo hecho de ir a ponerte a ello o
estar en ello, ya te hará sentirte con desagrado. Tu tendencia futura será
evitar la tarea.
Empezó por decidir cuánto tiempo
quería dedicar a las tareas domésticas y el resto del tiempo a tareas que le
interesaran. Por supuesto, Beck consiguió de ella que dejara las actividades de
la casa, aunque no estuvieran perfectas y, lo más importante, definir qué era
lo que quería para su bienestar. Se apuntó a un programa formativo que quería
desarrollar, lo que le aportó gran sensación de sentirse importante y de
liberarse de pesadas cargas que no deseaba realizar. El resentimiento hacia su
marido aminoró y la depresión empezó a desaparecer. Por supuesto, Beck estuvo
trabajando muchos más aspectos que conforman la problemática depresiva, pero
esta tarea fue crucial para introducir en su vida atención hacia sí misma y
hacia sus objetivos.
El tener la valentía de poner
límites a cosas o tareas que nos hacen daño es un buen procedimiento
terapéutico. Recuerda que los límites no son sólo saludables cuando los ponemos
hacia los demás, también cuando nos los ponemos a nosotros mismos.
Hasta el próximo encuentro.
Un abrazo.
Juan.