
Juan y Javi viajaban en una caravana de pueblo en pueblo llevando dentro una carpa de circo.
Cada semana, cambiaban de lugar, y de paso a sus gentes. ¡Literalmente!... pues su atracción, única en el mundo, consistía en eso.
Mientras Juan y su leal ayudante montaban la estructura, el pequeño Noé, genio inventor desde siempre y protagonista de esta historia, se preparaba para salir al escenario con su ya famosa máquina del cambio.
Ésta tenía 2 puertas: una negra a la izquierda por la que se entraba; y otra a la derecha, de color blanco, por la que había que salir.
Las personas podían entrar de una en una - si lo que buscaban era transformar ciertos aspectos de su personalidad a mejorar-, o de dos en dos, si lo que pretendían era arreglar sus relaciones.
Por allí pasaban parejas, madres o padres, hijos e hijas, hermanos, parientes o amigos que salían fortalecidos y de la mano. Decían que era milagroso lo que allí acontecía.
En medio de dicha máquina había 8 teclas, y cada quién, elegía una sola cada vez Había gente que incluso repetía.
Estas eran sus títulos:
Estímulos. Tanto los condicionales como los incondicionales negativos mutaban a positivos. Todos salían empoderados y satisfechos con sus nuevas creencias potenciadoras.
Relaciones sanas. Aquí entraban de dos en dos, en paralelo, discutiendo y enfadados…y salían riendo, abrazándose, y con el chip cambiado. Habían aprendido a dar amor, a recibirlo, a pedirlo y a ponerse límites asertivamente. Así todos quedaban con sus necesidades cubiertas.
Triángulo del ganador. Gente con roles obsoletos y repetitivos de perseguidor, salvador o víctima se volvían asertivos, vulnerables y empáticos. Ellos cambiaban y automáticamente, todo cambiaba.
CNV (Yo gano, tú ganas). También entraban de dos en dos. Primero reconocían sus sentimientos; segundo, observaban sin evaluar; tercero, veían sus necesidades; cuarto, realizaban peticiones; y quinto, pactaban un acuerdo mediante un compromiso.
Dimensión espiritual. En esta opción se podían adquirir sentidos de vida y valores que guardan relación con el Ser en esencia y en potencia de cada uno, para conseguir la autorrealización, felicidad y placer.
El perdón. Se podía decidir entrar uno solo o con otra persona. El resultado era notorio. Resurgían plenos, liberados de emociones estancadas, asimilando y acomodándose a la nueva situación de paz, afecto incondicional, valoración y protección.
El cambio personal. Los cambios pueden ser de primer o de segundo orden. Posibilitan el crecimiento, ya sea que vengan propiciados tras procesos críticos (periodos de crisis) o por acontecimientos fundamentales (hitos). Cuesta cambiar debido a resistencias, hábitos y miedos cuando resulta que la vida es cambio. Hay un camino saludable que es la aceptación, confiando en la vida y en nosotros.
Metas. Han de ser claras, con objetivos y un plan de acción, el cual se acatará con empeño, dedicación, compromiso y perseverancia. De esta manera se podrán conseguir la mayoría de nuestros sueños. Confiemos en la maravillosa, perfecta y completa herramienta que todos somos. Podemos, somos capaces y lo lograremos. ¡Adelante!.
¿Y tú, qué tecla pulsarías?
A nosotros, con este curso de Desarrollo Personal (módulo 2), nos habéis obsequiado con todas. Gracias infinitas a Juan, maestro de sabiduría y transmutación personal; a Javi, copiloto sobradamente preparado, a mis compis amados (¡os admiro!), y por supuesto, al Teléfono de la Esperanza por esta oportunidad que deseo llegue al máximo número posible de almas.