de la Esperanza
BIBLIOTECA HUMANA
El 21 de marzo ocurrió algo mágico en el
Teléfono de la Esperanza de León: la sede se convirtió en una enorme Biblioteca
Humana, donde en vez de libros, ¡se prestaban personas!
Una estoica bibliotecaria nos recibía a la puerta, explicándonos muy seria las normas de la biblioteca: “es importante guardar silencio”; “los libros no están disponibles para el préstamo domiciliario, solamente se permite lectura en sala” o “nuestros libros están en perfectas condiciones físicas y mentales, y deben ser devueltos en el mismo estado”... eran algunas de reglas en las que hizo hincapié.
En cada sala encontramos una persona-libro
prestable que nos contaba su historia, y después podíamos hacerle preguntas.
En la primera de ella encontramos a Mercedes, la Enciclopedia del Teléfono, que nos relató todo acerca de la historia de la entidad y sus inicios en León. ¿Quién mejor que ella para explicarlo, que estuvo desde el principio?
Después pasamos a la sala de orientadores, donde Ana Rosa (por la mañana) y Nieves (por la tarde) nos hablaron del servicio de orientación en crisis y todos sus entresijos.
En la siguiente sala, Ángel, un dinamizador de talleres, nos sumergió en un mundo de fantasía donde todo era posible: tras un aterrizaje en paracaídas en medio del patio, pudimos explorar sus estanterías invisibles repletas de datos sobre las formaciones del Teléfono.
Luego nos esperaba Raúl - un libro muy especial escrito en Braille -, que nos relató su experiencia como usuario del Teléfono y nos reveló su ilusión de ser futuro voluntario.
Pasamos después a la sala de nuevas tecnologías, donde unas libritas encantadoras, Pilar e Inma, nos explicaron todos los pormenores de una nueva herramienta especialmente diseñada para los jóvenes: el Chat de la Esperanza.
Tras escucharlas nos adentramos en la Biblioteca Infantil, donde Carmen nos contó brevemente la historia de los cuentos y sus aplicaciones en la salud emocional, y por un momento nos convertimos en niños felices, cuando Maite nos leyó algunos de ellos.
Pudimos incluso disfrutar de un pequeño fragmento de un audiolibro, ya que Marta, el Tratado de Psicología, no se encontraba disponible en esos momentos, y dejó grabado un vídeo para explicarnos el funcionamiento del departamento psicológico del Teléfono.
Finalmente pasamos a la cocina, donde Toñi, Maite y Marian nos invitaron a un refresco mientras nos informaban al detalle sobre su experiencia en el programa de Mayores en Soledad y las nuevas actividades que se están llevando a cabo.
La sede se llenó de gente. Pero, sobre todo, de gente joven. Varias clases de instituto se acercaron a conocer nuestros libros humanos. Fue una auténtica maravilla ver la sede rebosando de tanta vida.
El evento tuvo lugar con motivo del Día de la Escucha. Y escuchamos. ¡Vaya si escuchamos!
Gracias a las bibliotecarias, libros humanos,
ayudantes y lectores que hicieron posible un día tan maravilloso.