de la Esperanza
El pasado día 19 de octubre a las 19:00 horas tuvimos el placer de reunirnos un gran número de voluntarios y voluntarias en el salón de actos de nuestra sede con una misión: Acercarnos al tema tan en boca de todos como es la Igualdad y una experiencia práctica sobre el uso del Lenguaje No Sexista.
Carmen nos lo hizo muy ameno, didáctico e interesante, participamos mucho y todos aprendimos. Desde aquí nuestra sincera enhorabuena por saber documentarse, trasmitir y motivar sobre este conocimiento.
Supimos que el Teléfono de la Esperanza ya cuenta desde años con un Plan de Igualdad y que adopta medidas para la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres y también para la discriminación por razón de sexo. Y que esto afecta a todas las personas atendidas, al personal contratado, a las que llegamos a través de cualquier medio de comunicación, al voluntariado, a las empresas con las que trabaja y a toda la documentación de la entidad. Algunas de estas medidas son: análisis de la política retributiva, conciliación familiar, formación en lenguaje inclusivo, entre otras muchas.
Observamos con atención los conceptos sobre Machismo y Feminismo. Y es que feminismo no es contrario a machismo. Mientras que feminismo es la búsqueda de igualdad de género, el machismo supone una actitud de preponderancia del varón respecto de la mujer.
Lo más dinámico y sorprendente de este taller fue darnos cuenta de cómo hablamos y de que si utilizamos un lenguaje no sexista no vamos a jerarquizar, ni excluir, ni valorar más a una parte que a otra. Es decir, un lenguaje debe evitar expresiones que ridiculicen o minusvaloren a las mujeres:
Y para eso vimos como en el día a día no nos percatamos del Abuso del masculino genérico: por ejemplo decimos los profesores, cuando podemos sustituirlo perfectamente por profesorado, en el caso de los trabajadores decir personal, plantilla, los niños decir la niñez, los voluntarios, voluntariado…etc. Muchos, en lugar de la mayoría de las personas. También podemos hacer un desdoblamiento para visibilizar a ambos: y en vez de decir padres, decir padres y madres, aunque esto resulta más redundante. También invisibilizamos algunas profesiones como Jueza, Técnica, Médica. O hacemos Asimetría en el trato: El señor Sánchez y la señorita Pili, no nombrando correctamente a la mujer. Siendo correcto el señor Sánchez y la señora González. Son muchísimos los Estereotipos: Las mujeres de la limpieza por el personal de limpieza. Así como las muestras de la Mujer como Apéndice del hombre: en lugar de decir los migrantes y sus familias, utilizar la población migrante. Generalidades: En lugar de decir un gran logro para el hombre, decir, un gran logro para la humanidad. Y en la comunicación visual, como mostramos al hombre competitivo, a la mujer a la mujer sensible, los colores rosa y azul, para ambos géneros, etc.
Luego tuvimos nuestro baño de realidad cuando nos reunimos por grupos y analizamos en muchos recortes de prensa cómo aún nos queda mucho por aprender para utilizar una comunicación incluyente.
Siempre estamos comunicándonos, y escoger las palabras que empleamos supone un ejercicio de consciencia.