Ventanas al sol
Ana Cristina Pastrana
Con el corazón tendido al sol, escala las crestas de los montes, escribe versos en el cáliz de las flores, canciones con sabor a mazapán, cartas de amor en los ojos de una tórtola.
Oculta, entre los abrazos de la tarde, sueña con ser gaviota y sentir el mar entre sus dedos, con bailar en el patio de la luna y rodar sobre la hierba como un balón de caramelo.
Rechaza el trato con la gente, que la tildan de loca.
Aunque vistos desde arriba, afanados, como simples hormigas, por llenar de granos el granero, sin disfrutar de la belleza de la vida, le dan más pena que miedo.
Lejos de la envidia, la codicia y la ambición, lejos, en busca de la paz y la alegría, cabalga, monte arriba, su loco corazón.