domingo, 26 de noviembre de 2023

domingo, 26 de noviembre de 2023

Estruja la vida

Observando la vida
ISPE

Fue ya hace unos meses cuando decidí con mi familia ir a pasar unos días de vacaciones y relajamiento a un destino relativamente turístico.

Junto a nuestra casa rural había un gran hotel prácticamente copado por gente del IMSERSO.

Alguna noche, optamos por entrar en la cafetería del mismo y compartimos un rato de fiesta y baile con esta gente mayor que también estaba disfrutando de sus merecidas vacaciones. Es más, nos lanzamos a la pista con ellos y a participar en las conversaciones que se iban produciendo tanto junto a los altavoces como en las mesas que rodeaban el escenario.

Y he de confesar que tras esos días, mi concepto de esas excursiones y del comportamiento de las personas que en participan, ha cambiado radicalmente.

Por lo que me contaron, la mayoría de esas personas habían tenido una vida de mucho trabajo, sin opción de vacaciones, de escasas comodidades, siempre con un comportamiento marcado por una educación férrea, limitante, donde pesaba mucho la aprobación social. Además, la mayoría de ellos eran personas viudas, a quienes les había costado mucho gestionar la soledad, tras la falta de su pareja de vida.

En ocasiones nos cuesta aceptar que estas personas y más si son conocidos o familiares, tengan el derecho a divertirse, viajar, bailar, ligar. Es como si la vara de medir que aplicamos con nuestros hijos o con nosotros mismos fuera diferente a la que les aplicamos a ellos y eso no es justo.

Cada uno es responsable de su vida y de tratar de aprovecharla al máximo, en el momento de la vida en que estés.

Ahí lo dejo…