Antipostergación 1

Para romper esa inercia de abandonarse y dejarnos caer en unos estados depresivos y melancólicos, os propuse en mi escrito anterior hacer un plan diario de actividades en el que marcábamos tres columnas, la primera de las horas del día, en la segunda columna las actividades que quiero realizar, y, en la tercera columna las que he realizado al final del día.
Os hice hincapié en identificar qué tipo de actividad había realizado, si la actividad correspondía a una actividad o habilidad por lograr (H) o si correspondía a un placer (P). Y decíamos que se podría dar el caso que fuese tanto una actividad o habilidad, como a un placer. Si fuera así, pondríamos H y P. Pusimos el ejemplo de que: “hacer yoga” la puedo valorar como una habilidad, H, pero además siento placer haciéndolo, luego también pondré P.
Y decíamos también que después de que has asignado a cada actividad la letra H o P, calificases de 0 a 5 puntos si, por un lado la habilidad (H) te resultó muy fácil (1 punto) o muy difícil (5 puntos); y en el caso de lo placentero (P), si fue muy placentero marcaría 5 puntos, y si fue poco o nada placentero 0 o 1 punto.
Si tras haber hecho este plan durante, al menos, una semana, podrás observar si sientes satisfacción en lo que haces, qué cosas son las que más te gustan, qué cosas te disgustan, con qué grado toleras una actividad que no te gusta, etc.
Dijimos también que esa información te va a ser de mucha utilidad para programar las semanas siguientes, realizando lo que yo llamo la técnica del listón: PONTE OBJETIVOS ALCANZABLES. Sabemos que cuando las personas nos ponemos objetivos muy inalcanzables, o difíciles de realizar, el abandono va a ser muy alto con toda probabilidad y la motivación para seguir con la actividad va a decaer rápidamente. Por ejemplo, todos muchas veces nos ponemos objetivos de rebajar nuestro peso y queremos resultados inmediatos. Esto es un craso error, por un lado, porque no voy a incorporar, probablemente, pautas para instaurar a medio o largo plazo unos hábitos de ejercicio y de una forma de comer sanamente, que es lo que interesa. Si, por ejemplo, me propongo adelgazar 100 gramos a la semana, el objetivo va a ser muy fácil de alcanzar, con poco esfuerzo. Esos cien gramos semanales en un año son cinco kilos doscientos gramos, que, con toda seguridad, vamos a ser capaces de mantener como hábito. Es muy posible que una vez estés en acción y vayas obteniendo resultados deseables y alcances objetivos más altos. Recuerda, PON EL LISTÓN DONDE SEPAS QUE LO VAS A CONSEGUIR.