Ventanas al sol
Ana Cristina Pastrana
Jamás las células del viento, apelmazadas en la metástasis del horizonte, soñaron con desertizar la tierra.
En el paraguas de sus ojos trashumantes enmudece la incertidumbre y el fracaso.
Secas las raíces, las ramas del nogal abrazan el cielo, envidiando a las aves migratorias.
Un estornino, disidente, ha perdido la cabeza luchan do contra la escarcha que le mira.
Seco, en el hangar de la noche, con el frío roturando las arterias, se desparrama en un portal, como la luna en el estanque, esperando que mañana, con la luz del nuevo día, el sol le regale la esperanza para seguir tirando de su vida.