Testimonios de voluntarios
Marta Dominguez
Nuestro cerebro primitivo, encargado de la supervivencia, lo tiene claro, desde la casilla del miedo.
Es natural, necesita protegernos del peligro y no le preocupa la felicidad.
Si además de sobrevivir deseamos tener una vida plena y en paz elegiremos pasar por la casilla del aprendizaje para llegar a la realización personal.