sábado, 15 de enero de 2022

sábado, 15 de enero de 2022

Del optimista al realista

El rincón del optimista
Juan

Todo cambia… no es sólo el título de la genial canción de Mercedes Sosa, es la pura verdad, todo cambia. Todo, lo interno y lo externo. 

Cuando el 1 de abril de 2013 comencé a publicar en este bendito Blog del Teléfono, alguien me dijo que yo iba a ser el optimista y que mi sección se titularía El Rincón del Optimista, pues debería escribir sobre noticias buenas, de asuntos positivos, ver la cara amable de la vida. Yo accedí, pues quería colaborar, ayudar, echar un cable y así lo he hecho durante estos casi nueve años, dedicando tiempo a exprimirme el limón y arrimar el hombro, pero confieso que durante varias etapas no me he sentido ni positivo ni optimista. Aun así, he realizado el esfuerzo de empatizar con la gente que quizá lo estuviera pasando peor que yo y he intentado dar un aire de esperanza a todos mis escritos. Repito, lo he ‘intentado’. Pero últimamente no me siento cómodo en el rincón, me siento un poco encasillado.

Todo cambia y creo sinceramente que no se puede vivir en la mentira o en el disimulo. Hay que ser francos con los demás y, más importante aún, necesitamos ser sinceros con uno mismo. Si no me siento optimista y justamente durante esta temporada más o menos larga, no me siento así, debo decirlo abiertamente para que se den por enteradas todas aquellas personas que consultan este Blog.

Por eso pido encarecidamente a los coordinadores de la página que, por favor, me cambien el título de la sección para poder escribir sobre mis sentimientos, pero hacerlo con libertad, sin tapujos, igual que imagino que así lo hacen otros colaboradores, ya sean veteranos o de nueva hornada. Mi deseo para el nuevo título es: ‘Yo y mi circunstancia’. Sí, la célebre frase del filósofo Ortega y Gasset que me serviría de inspiración para partir de cero en el mes de febrero de 2022. Está bien partir de cero de vez en cuando. A la meta no puedes llegar como Dios manda si no partes de la salida.

Ortega nos quería decir que no todo lo que le sucedía dependía de él, que también influían las circunstancias, es decir, lo que estaba a su alrededor, ‘circum-stancia’, lo que te circunda. Así me pasa a mí e imagino que también a todos vosotros.

Prometo no pasarme de bando y empezar a escribir ahora en plan pesimista y contando lo negro que estoy viendo la vida, sobre el futuro incierto y las tinieblas. Ese no es el plan. Voy a seguir teniendo mi parcela de fe y esperanza, siempre manteniendo mi estilo de lenguaje llano, como se habla en mi pueblo, pero voy a ser mucho más realista con lo que va pasando por mi vida y lo voy a contar con los ojos de la sinceridad, con la libertad que anhelo a cada paso que doy. Gracias a quienes me leen y gracias también a quienes no me leen. Gracias a quienes se curran cada día estos apuntes (coordinadores y colaboradores) porque de todos será el Reino de los Cielos.

Asín sea.