Estos consejos te pueden ayudar tanto si eres entrenador como si eres el líder de cualquier grupo de trabajo.
Respeta a tus jugadores
Tener la responsabilidad de tomar decisiones no implica gritar, humillar ni ridiculizar al grupo. Las personas deseamos ser respetadas. Nos hace sentir valiosas y dignas.
Respalda en el error
Tus jugadores se equivocan igual que te equivocas tú. El más perjudicado es el que comete el error, nadie quiere fallar, pero fallamos. La persona que comete error necesita tu aliento, tu apoyo y corrección constructiva.
Motiva a través del reconocimiento
El elogio no debilita, al revés, permite conocer al jugador qué hace bien, qué es importante para ti y poder repetirlo para complacerte a ti, a sus compañeros y sentirse él mismo satisfecho con el trabajo.
Sé honesto y justo
Dile a cada uno lo que esperes de él. Acepta a cada a jugador con sus talentos y su personalidad. Hay algunos que te darán goles y otros, cohesión. Todo importa en el equipo. Aprende a reconocer a cada uno sus aportaciones.
Mantén la compostura
Sé elegante, comedido, positivo y prudente. Eres un modelo de conducta. No hagas ni digas nada que luego puedas reprochar en los tuyos. Nada genera más credibilidad que representar aquello que esperas de los otros.