martes, 16 de noviembre de 2021

martes, 16 de noviembre de 2021

Piedras

El rincón del optimista
Juan

Mi hermano Teyo tiene una habilidad que me sorprende cada día más. En cuanto tiene un ratito libre le gusta hacer torrecitas con piedras de diferente forma y tamaño en un increíble equilibrio. No es la única persona, pues si buscas en internet verás que hay mucha gente que practica esta técnica en todo el mundo que está más cerca de la meditación que de otra cosa. La destreza la ha ido cogiendo con el paso de los años, no es algo que le haya salido de un día para otro. Siempre que he tratado de imitarle y ponerme a colocar piedras una encima de otra, se me derrumban apenas coloco dos. Me falta paciencia, lo reconozco. Cada piedra está cubierta de pequeñas o grandes hendiduras que actúan como un trípode para que otras piedras permanezcan de pie, pero hay que saber encontrarlas. Me parece una técnica muy complicada, y a la vez muy sana para la mente. El equilibrio que logra Teyo con las piedras es al mismo tiempo reflejo de la serenidad de mente que tiene en ese momento, la justa y necesaria para que las manos no le tiemblen cuando está buscando el punto exacto de apoyo de cada piedra. Ha hecho torres realmente alucinantes, desafiando las leyes de la gravedad. Es una pasada. Y lo mejor de todo es que no se frustra cuando de vez en cuando se le viene abajo la construcción o se cae pasados unos minutos o unas horas fruto del mismo viento. Para él es una forma divertida de relajarse, liberar el estrés, jugar, crear… aprender.

Pero además, mi querido hermano colecciona piedras. Cuando va caminando por cualquier camino o campo suele mirar al suelo de vez en cuando, no siempre porque también ama las nubes y los horizontes como muchos de nosotros. De esta forma ha encontrado piedras de lo más curiosas: con agujeritos realizados por la erosión (o no), en forma de corazón, redondeadas, con forma de cara… Él tiene una máxima: “Quien busca, encuentra”. Y así es. “Sabía que por aquí había una piedra guapa”, dice después de cada aparición. Es como mi buen amigo Antonio, que cuando éramos jóvenes siempre era él quien encontraba dinero en las pistas de baile cuando salíamos de fiesta. Él lo atribuía a que también miraba para el suelo, además de a las chicas, sobre todo cuando la pista se iba despejando de personal.

Efectivamente, si buscas siempre encuentras. Si piensas que vas a encontrar algo es más que probable que los astros se alineen para que aparezca lo que ansías, sino todo, al menos en parte. Una piedra, una moneda, una persona… Y si, además, lo haces en equilibrio y armonía con la naturaleza y contigo mismo, mejor que mejor.

Asín sea.

PD: Gracias Teyo por la piedrecita que me regalaste hace mucho tiempo y que llevo siempre en el bolsillo del pantalón como amuleto. Que sepas que me está dando suerte.