
Hace unas semanas finalizaron los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. He de confesar que soy fan declarado de ellos, que procuro ver la mayoría de sus retransmisiones y aunque tengo mis preferencias, suelo ver todo tipo de deportes.
España se ha conseguido colgar algunas medallas, pero si empiezas mirar las disciplinas olímpicas de la mayoría de ellas, llegas a la conclusión de que han sido en deportes de escasa repercusión en los medios de comunicación. Son deportes minoritarios, poco valorados, poco remunerados y seguramente con un tiempo de dedicación muy superior a otros deportes en los que diariamente nos informan minuto a minuto de cosas sin importancia deportiva de algunos de sus practicantes.
También en estos Juegos me he acordado de quienes con el mismo esfuerzo y dedicación no han podido vivir esa experiencia, porque tuvieron una lesión inoportuna, no llegaron a la marca mínima solicitada, o sencillamente no fueron seleccionados.
Por eso desde aquí alzo mi voz en apoyo al deporte, por practicar el que te guste, esté de moda o no, por marcarte metas y sueños sabiendo reconocer tus limitaciones y valorando al rival y por saber que aunque no haya reconocimiento olímpico su disfrute está en su práctica y en sobre todo en ti.
Ahí lo dejo….