Os invito a leer a Emily Dikinson, escritora estadounidense. Su poesía escrita desde un encierro voluntario es un soplo de aire fresco.
En palabras de Juan Marqués " además de ser escritos, en principio, exclusivamente para la inmensa minoría de sí misma, fueron, a su tiempo, complicadísimos y simples, alegres y tristes, transparentes y enigmáticos. Son poemas que acompañan y ayudan a vivir a quien los lee, que enseñan a observar, que obligan a ser más compasivo".
He seleccionado este que habla de la Esperanza.
"La esperanza" es esa cosa con plumas
que se posa en el alma
y canta una canción sin letra
y nunca, nunca se calla.
Y más dulce suena en el temporal,
y fuerte debe ser la tormenta
que pueda acallar al pajarillo
que a tantos consuela.
Lo he oído en las tierras más frías
y en los más exóticos mares,
aunque jamás me pidió una migaja,
ni en las mayores adversidades.