Hace un año que murió Puri, mi mujer. Quiero con este vídeo, realizado junto a mis compañeros de ONG, lo que agradezco sinceramente, hacer un homenaje y recuerdo a su memoria.
Las fotografías fueron realizadas por mí, Puri siempre me acompañaba y son de las que a ella más le gustaban, algunas ya fueron publicadas en el Blog con anterioridad, con su música nos deleitábamos algunas veces.
También lo dedico a los que forman el Teléfono de la Esperanza de León en agradecimiento a la atención y preocupación por mí en este año, en especial a los que de vez en cuando me llamaban interesándose por mi salud, tanto física como emocional. Esta última va con lentitud, dolor y sufrimiento, pero es así, lo voy aceptando, no queda más remedio. Físicamente estoy bien.
Desde jovencitos que nos conocimos, fueron casi cincuenta años entre noviazgo y matrimonio, el amor que nos teníamos está en mi corazón y perdurará siempre, ella es ahora, igual que antes, mi guía y mi ángel de la guarda, está siempre conmigo.
Este texto que pongo a continuación, lo he cogido de internet, me identifico con lo que dice.
“Qué bonito sería traer de regreso del cielo. ¿Te imaginas pasar un día con esa persona? ¿Solamente un día? ¿Una última vez?...
Darle un último beso, escuchar su voz de nuevo. Tener otra oportunidad para decirla: “Te quiero, te extraño, te amo con toda el alma, te extraño demasiado…
¿Sabías?... Daría lo que fuera por volverte a ver, aunque más no sea para despedirme. Me cuesta conformarme con tu recuerdo. Qué no daría yo por tener la oportunidad, la pequeña oportunidad de decirte adiós.
Necesito viajar al pasado, y no para evitar algunos errores, sólo quiero abrazar a alguien que hoy ya no está conmigo. Sé que desde el cielo me cuidas, pero aquí me haces demasiada falta y te extraño.
Miro al cielo y trató de verte entre tantas estrellas, busco entre las sombras de tu imagen perdida. Dibujo tu rostro en las nubes que veo pasar y viajando sin rumbo fijo y guiándome por la luna. Le preguntó: ¿Dónde estás?... Y enseguida mi pecho se agita dándome la respuesta, una sonrisa pequeña y una lágrima derramada comprenden el significado: ESTAS EN MI CORAZÓN.
Todos tenemos algún ser querido que se nos ha ido al cielo y el dolor y la tristeza que produce su falta. Es muy duro. La gente siempre trata de encontrar la mejor manera de hacer el duelo. Algunos los visitan en el cementerio, otros tratan de recordar anécdotas felices con esa persona que ya no está. Otros simplemente lloran y están tristes.
Pero creo que la mejor forma de superar la muerte de una persona que queríamos mucho, es RECORDAR SU SONRISA. Algunas personas jamás nos dejan, nunca se van por completo aunque ya no estén, su esencia queda, su voz se escucha, las vemos sonreír. ¡Son eternas!
En memoria de ese alguien que quieres con toda el alma, que se fue y ahora es un ÁNGEL”.
(Este texto ha sido tomado de internet,
“Acción Poética Canada)
Quiero acabar teniendo un recuerdo y dedicarles también el vídeo, a Sole, Marisa, Lola y Luli que fueron grandes compañeras y amigas que nos querían y apreciaban, sobre a todo a Puri, pues ellas compartieron y vivieron muchos momentos en el Teléfono de la Esperanza.
Ahora las cinco están gozando eternamente en la presencia de Dios.
“LA BELLEZA Y EL AMOR SIEMPRE PERDURA,
NUNCA MUERE”.