La mejor terapia es la vida
Esther Pérez
Psicóloga
Una de las cosas más difíciles a las que nos enfrentamos en el día a día, es a controlar los pensamientos negativos. Normalmente no nos paramos a cuestionar nuestros pensamientos, son tan automáticos que directamente los damos por ciertos. Pero eso es un error.
A lo largo de día tenemos millones de pensamientos, algunos lógicos y muchos irracionales. Cuando estamos en procesos cómo la ansiedad ponemos el foco justo en los más negativos, y nos asustamos, pero tenemos que cuestionar la validez de esos pensamientos, someterlos a una confrontación realista, o simplemente pasar de ellos y no hacerles mucho caso.
Se puede entrenar la mente, podemos elegir a qué cosas darle importancia y a cuáles no. Un "termómetro" puede ser que si un pensamiento me aporta energía, paz y serenidad, entonces me quedo con ese pensamiento, si por el contrario, me causa angustia, desesperanza, depresión, etc., tengo que restarle fuerza, quitándole importancia (con debate cognitivo por ejemplo) o "dejarlo ir sin engancharme a él".
Se puede, eres tú quien controla tu mente y quien decide a qué darle importancia y a qué no.