Observando la vida
ISPE
Todos los años con la asociación de vecinos de mi pueblo buscamos un fin de semana para irnos de excursión y poco a poco ir conociendo esos rincones tan bonitos y pintorescos aun por descubrir en nuestra geografía española.
Debo de ser de las personas mas jóvenes en la expedición, la mayoría son jubilados y son pocos los que están por debajo de los cincuenta. Incluso algunos se acompañan no de sus hijos, sino de sus nietos, lo que suma ese grado de frescura y alegría que aportan los niños.
Son gente que se conocen prácticamente desde toda la vida y que me transmiten siempre un ejemplo de convivencia, por la cercanía y el buen trato que empapa el ambiente.
Se nota que quieren ver, conocer, disfrutar de todo lo programado, y aunque en ocasiones su edad les ponga ciertas topes, ellos las solventan yendo con mas lentitud o sencillamente aceptando que no las pueden realizar.
De esas excursiones vengo siempre cargado energía al ver sus ganas de empaparse de vivencias, de gente y de lugares, pero también porque me hacen crecer en tolerancia y paciencia, valores que cada vez me cuesta mas aplicar entre la gente que a diario me rodea.
Espero que las nuevas generaciones, no las olviden pues son necesarias para una armónica convivencia.
Ahí lo dejo...