El rincón del optimista
Juan
Los datos señalan que la humanidad está en la mejor situación de su historia y, sin embargo, la mayoría cree que el mundo empeora. Los políticos populistas están aprovechando esta percepción ignorando que estamos mejorando en todos los parámetros. La percepción de que el mundo retrocede, de que nos dirigimos hacia el caos, es amplia. Según un estudio del Instituto Motivaction, el 87% de la población mundial cree que, en los últimos 20 años, la pobreza global ha permanecido igual o ha empeorado. La paradoja es que los datos dejan claro que esta es una idea falsa. El mundo no empeora, mejora.
No significa esto —vaya por delante— que el mundo sea un lugar perfecto. Ni siquiera un buen lugar. Padecemos injusticias, guerras, hambre y violencia. Otro dato importante que también apunta al optimismo: la educación. Estamos más educados. La alfabetización va camino de ser universal. En 1980 todavía el 44% de las personas sobre el planeta no sabían leer y escribir; ahora son sólo el 15%, según datos de la OCDE y la UNESCO. Además, se está cerrando la brecha entre la educación que reciben los hombres y las mujeres de todo el mundo.
Si los datos muestran mejoras, ¿por qué existe la percepción de que empeoramos? Tenemos mejor acceso a las noticias y a la comunicación que nunca. Y en los medios, las malas noticias son las que venden. Nos enteramos de alguna mala noticia o algún nuevo incidente cada minuto. Los desastres y las tragedias no son algo nuevo y esto hace que nos dé la impresión de que esos horrores son más frecuentes. Mientras el número de incidentes o desastres no baje hasta cero, siempre habrá alguno para publicar.
La creencia de que el mundo empeora se usa con fines políticos. Los políticos populistas nos quieren asustados y difunden mitos sobre crisis agudas o amenazas inmediatas para nuestra supervivencia y modo de vida. En nosotros está ser críticos y no dejarnos contagiar por estos mensajes.
Asín sea.