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La Vanguardia
Mis reglas para ser feliz
Os dejo unas sencillas reglas para ser feliz que intento aplicar en mí día a día.
- Libera tu corazón del odio. Perdona viejos rencores y rencillas del pasado.
- Libera tu mente de preocupaciones. Aprende a darle la importancia justa a las cosas, haz que los problemas te “resbalen.”
- Vive humildemente y sin grandes pretensiones. Olvídate del consumismo. Vive con poco.
- Da más, sin la intención de recibir. Lo importante es que ofrezcas cosas que nosotros creemos valiosas e importantes. Espera menos.
- Sustituye la tristeza y la depresión por alegría y entusiasmo. Sé siempre positivo.
- Cambia el miedo y la ansiedad por paz y serenidad. Cambia la ira, la envidia y la frustración por paciencia y amor.
- Amate intensamente y después ama a los demás. Ama a la vida. Aférrate a ella.
- Toma el control de tu vida y de tu enfermedad. Tú debes ser parte activa de tu enfermedad. No te limites a que los médicos te prescriban un tratamiento. Pregunta, busca, indaga. Conviértete en un paciente activo.
- Dale las gracias al cáncer. Suena tremendo, pero es así. Gracias a un proceso que te convulsiona la vida puedes darle la vuelta a tus creencias y reinventarte a ti mismo. El cáncer es una oportunidad para cambiar tu vida, reflexionar sobre el pasado y planear un presente y un futuro más espiritual, más consciente y armónico. El cáncer te ayuda a saber quiénes son tus verdaderos amigos y las personas que realmente te aman.
- Vive en armonía con la naturaleza. Pasea por el campo y la playa con los pies descalzos. Siente la brisa en la cara y la humedad del suelo en tus pies. Si puedes trasládate a vivir al campo.
- Disfruta de cada momento que te ofrece la vida. Disfruta de cada caricia, de cada sonrisa, de cada abrazo.
- Viaja. Descubre nuevas y positivas experiencias. Al fin y al cabo eso es lo único que nos llevamos al morir.
- Confía en tu poder para sanar. Nada es permanente excepto el cambio. Por eso, cualquier enfermedad es reversible. El poder está en nosotros.
- Aprende a escucharte y confiar en tu instinto.
- Practica la risoterapia. Ríete. Rodéate de quien te haga sonreír, no de quien te haga sufrir.
- Aprende a decir No. Primero mira por ti y después por los demás.
- Recuerda que nada ocurre por casualidad. Si este artículo ha llegado hasta ti es porque has deseado tener esta información.
Solemos vivir pensando que la vida es infinita. Pensamos que siempre hay un mañana para cumplir nuestros sueños, para decir te quiero o dar un abrazo a un ser querido. No hay mil mañanas, no sabemos cuándo acabará nuestra vida, así que disfruta del momento y persigue tus sueños.