Testimonios
Chicho
Estas semanas han pasado volando. Y cuando el tiempo pasa volando es que la vida es bastante benévola con el que la está disfrutando, que es más que vivirla.
Este taller de Mindfulness me ha enseñado cosas muy importantes.
- Vivir el momento presente. Aunque ya practicaba el "hace media hora ya es historia y para llegar a mañana falta una eternidad", me faltaba pararme, reflexionar, y sobre todo, dejar pasar los pensamientos "no interesantes". Y como decía Manolo la pasada semana, es una forma diferente de ver la vida, de vivirla con más plenitud.
- La doble A, esa doble A de la que no acabada de memorizar la segunda, la apertura. Ahora ya me sale "de carrerilla", lo que sospecho que quiere decir que ya la he interiorizado.
- La meditación. Para una persona inquieta como yo, meditar media hora, hoy por hoy, no lo veo posible. Sí me aporta y lo practico a diario, las tres meditaciones de tres minutos. La he bautizado como la tres por tres interiormente. Pararse tres momentos en el día es enriquecedor y "refrescante" para el cerebro.
- Ser más indulgente conmigo mismo. Porque si no lo soy, no veo fácil serlo con las personas que me rodean, con las que interactúo, a las que ayudo cuando les hace falta y me ayudan cuando me hace falta.
- He conocido otro grupo de personas con problemas, situaciones y formas de ver la vida distinta a la mía. A pesar de estar ya acostumbrado a todo tipo de colectivos, me ha resultado muy agradable estar integrado en una "familia" en la que lo más sagrado es guardar lo que sabes de los demás. La discreción es uno de los lemas de mi vida.
Bueno, pues este es mi resumen de las semanas en las que tú, como siempre, has conseguido motivarnos para que a partir de ahora nuestra vida seguirá siendo formalmente la misma. En nuestro interior, ha ido cambiando la forma de verla, de aceptarla, de abrirnos a ella.