El rincón del optimista
Juan
El Atrio es un restaurante de León al que no me importa hacerle publicidad desde este blog porque se lo merece. De vez en cuando me voy a tomar unas cañas a su barra y sobre todo a almorzar o cenar porque, la verdad sea dicha, se come muy bien. El secreto de este establecimiento está en el trabajo de sus empleados y en la calidad de sus platos. Los camareros/cocineros son casi en exclusiva hermanos de una familia de nada más y nada menos que diez. Provienen del bonito pueblo de Villamuñío, municipio de El Burgo Ranero, León.
Alguno de estos exitosos hosteleros está especializado en la cocina, otros en sala, otros en barra, pero todos aportan, suman para hacer del Atrio un lugar donde comer de lujo a un precio nada excesivo: pagas la calidad de la comida y la excelencia del servicio. No conozco a nadie que se haya ido de aquí a disgusto. Casi todo el mundo repite. Y como en toda colectividad tiene que haber algún cabeza que destaque, que lleve el control del cotarro, en este caso aparece Román, el cerebro de los Caballero Portugués.
Y otra cosa que me encanta del lugar es los mensajes de positividad que están colgados o impresos en paredes y columnas que imprimen optimismo al lugar, mensajes como el de la foto de arriba para no olvidar que a la vida hay andar erguido y no de rodillas a poder ser.
Hoy despido el apunte invitando a que vayáis a conocer el Atrio, si no lo conocéis ya y si hay sitio pues, aunque es grande y tiene bastantes mesas, está muy solicitado. Y si no coméis bien me lo decís, que no creo que se dé el caso.
Asín sea.