Reflexiones en voz alta
El fin de semana del 12 al 14 de enero (buen mes para comenzar el año) un grupo de hormiguitas nos hemos reunido en la Virgen del Camino.
¿Para qué? Buena pregunta.
Para recolectar frutos… no sé. Para comerse los ya recolectados… no sé. Para construir un nuevo hormiguero…no sé.
Si no sabes nada entonces qué nos vas a contar, os preguntaréis.
Pues quiero compartir con vosotros sensaciones, emociones, iniciativas...AMOR.
No voy a hacer un detalle cronológico de los acontecimientos, simplemente os diré que allí se respiraba ILUSIÓN, ganas de CAMBIARNOS, y de ayudar a cambiar, COMPAÑERISMO, ENTREGA, DISPOSICIÓN, APERTURA, RESPETO, ganas de COMPARTIR, pero sobre todo se respiraba mucho AMOR.
¡Madonna mía! Detened ahora por un instante el tiempo de vuestra vida y reflexionad lo profundas que son estas palabras.
¿podéis ver el fondo de ellas?, yo creo que no, quizá no tienen.
Por eso me he dado cuenta de que esta empresa en la que nos hemos embarcado, estas hormiguitas y yo, durante ya dos trimestres no termina cuando termine el cursillo; empieza, continua, mejora, avanza…
Quisiera acabar mi pequeña reflexión abriéndote a ti las puertas a una nueva:
La madre de Nelson Mandela le dijo a su hijo:
En este mundo hay tres clases de personas; las que dejan el mundo igual que lo encontraron. Las que lo dejan mucho peor que lo encontraron y las que dejan un mundo mejor que el que encontraron.
Y tú qué tipo de persona eres o quieres ser.