Hasta que alguien no me lo advirtió no me di cuenta de ello. Y cuando yo lo apercibo desde entonces, muchas personas tampoco han caído en la cuenta. Cuando me dijeron que estaba empleando un micromachismo fue al escucharme decir la expresión ‘coñazo’. Así es, aquello que consideramos malo, aburrido, tedioso, lo consideramos un ‘coñazo’ o ‘dar el coñazo’, que hace referencia a la vulva/vagina, el atributo íntimo femenino. Luego supe que coño proviene de la palabra cunnus, conejo, animal que es sinónimo de fertilidad, de ahí que la vagina sea llamada también de este modo. El término ‘cunnilingus’ tiene la misma etimología. Bueno, esto no va de clase de biología ni de sexualidad exactamente.
En contraposición, cuando queremos decir que algo es bueno, muy bueno, excelente, muchas personas emplean o empleamos el término ‘cojonudo’, que se refiere a cojones (testículos), una parte del aparato reproductor masculino.
Confieso que muchas de las personas a las que digo esto, que caen en este micromachismo de forma continuada e inconsciente, son mujeres. ¿Mujeres machistas? Y voy más allá, algunas de éstas me dicen que es un cliché que tiene adquirido desde hace ya muchos años, que es muy difícil de cambiar de la noche a la mañana. ¡Ojo! Esto lo digo por si algún lector del blog no ha caído aún en estas expresiones, que no soy yo ningún miembro de la Santa Inquisición, ni mi labor es la de censurar el modo de hablar, ni de cercenar la libertad que cada uno tiene de hacer y decir lo que le venga en gana. Pero, igual que los tacos que se dicen contra los elementos principales del Cristianismo hieren a los creyentes-practicantes, estos otros son, del mismo modo, ofensivos y humillantes.
Dejo aquí algún sinónimo de ambos ‘micros’ para que si alguien desea cambiar, no pueda excusarse en que ya está acostumbrado a decirlos. Quien quiere, puede. En el rico lenguaje de Cervantes, siempre hay sinónimos para emplear, siempre hay alternativas. ‘Coñazo’ = malo, fastidio, incordio, rollo, lata, mierda…; ‘cojonudo’ = bueno, buenísimo, fantástico, estupendo, fenomenal, magnífico, formidable…
Y es que, tampoco acabo de entender porque la vagina es algo malo, pesado o aburrido. ¿Acaso no es el órgano principal para obtener placer sexual entre los hombres y las mujeres? ¿Y no es la vagina por la que las hembras conciben y paren a sus bebés? Es decir, que parece que es justo lo contrario, que despreciamos lo que sirve para disfrutar y gozar de los placeres físicos, además de tener la importante misión de ser la ‘puerta’ de entrada y salida para la nueva vida.
Si quieres utilizar las palabras coño y cojón/cojones, me parece bien, pero me gustaría que reflexiones sobre si es necesario utilizar los superlativos cuando estés hablando de cualquier tema con otros semejantes, hombres o mujeres. Aunque sólo sea por respeto.
Asín sea.