miércoles, 20 de septiembre de 2023

miércoles, 20 de septiembre de 2023

Fechas

Yo y mi circunstancia
Juan

La cantidad de cosas que pasan en un día y en sus 24 horas. Personas que nacen y que mueren, otras que se casan, declaraciones de guerra y de paz, promulgación de leyes, acuerdos políticos, descubrimientos científicos, hitos que marcan el devenir del mundo… Son fechas que muchos de nosotros tenemos marcados en rojo en el calendario, comenzando por nuestro cumpleaños, seguido por el de nuestros seres más cercanos y aniversarios de distinta índole. Otras muchas fechas, la mayoría, pasan inadvertidas porque estamos envueltos en lo cotidiano, en lo supérfluo.

Los católicos solemos tener presente las festividades de nuestros santos principales, fechas que, poniendo la mano en el corazón, disfrutamos más por la fiesta que por el fervor religioso. Curiosamente, no solemos ni celebrar ni recordar el día de nuestro bautismo, seguro que por falta de interés en preguntar a nuestros progenitores por esta fecha que yo considero importante. No estaría demás acudir a nuestra parroquia a enterarnos de la efemérides y poderla celebrar también a partir de ese momento.

Lo que sí tenemos muy presente es la fecha de cuando conocimos a nuestra pareja (los solteros o separados puede que recuerden el cumpleaños de sus ex novios o ex maridos/mujeres). Cuando paseo por la ciudad, veo muchas fechas grabadas en árboles, bancos o en sucias pintadas en las paredes. Navaja o spray que perpetúan el recuerdo. Y te trasladas a revivir ese día, ese momento, en que viste a tu amor por vez primera. Algunos lo llaman flechazo, pero yo digo simple encuentro con el destino, conexión con lo esperado, unión con lo que el alma llevaba ya tiempo anunciando.

Amor adulto o amor adolescente, no importa; aniversario de nacimiento o de boda, qué más da, lo bueno es celebrar que los demás nos interesan, los otros, más incluso que nosotros mismos.

Asín sea.