
Llegó por fin el día que comienza el verano, aunque oficialmente se diga que lo que entra es el solsticio de verano (‘boreal’ en el hemisferio norte del globo; ‘austral’ en el sur, donde arranca el frío invierno). Y es justo hoy, 21 de junio. En realidad, esto de las fechas de las estaciones, de los solsticios y los equinoccios, no es más que convenciones meteorológicas. Lo que marca el tiempo –siempre lo marcó- es el sol, mejor dicho, la posición del sol. Parece que hoy recibimos los rayos del astro padre lo más vertical posible. Quien no haya comenzado a aplicarse crema de protección, ya está tardando.
¿Quién no está más o menos alegre con esta estación, con el calor, las vacaciones, la playa, el río, la montaña, días largos, noches cortas, la familia…? Pues muchas personas. Hay gente que no soporta el calor o que tolera mucho mejor el frío, del que te puedes cobijar o abrigar. Pero hay veces que cuando arrea un sol justiciero, ni en la sombra se aguanta. No digo ya el aire acondicionado, fuente de faringitis y catarros continuos. Ancianos y enfermos, en su gran mayoría, prefieren el frío del invierno que las temperaturas elevadas del estío. Los currantes de sectores de hostelería o turismo y que hacen jornadas inacabables, desean que acabe la temporada para recuperar fuerzas.
No faltarán en estos tres meses que tenemos por delante las temidas tormentas veraniegas que nos estropearán los planes a los ‘turistas’, pero peor aún, amenacen a ciertos cultivos, frutales o viñas. Ya sabes, después de la tormenta, siempre viene la calma; y en un periodo de calma, siempre nos sorprende alguna tormenta.
Quizá estés esperando que nombre en este momento a la tan trillada crisis climática o cambio climático, que ya no saben cómo denominarlo, ese cuento chino que no paran de lanzarnos a modo de publicidad para imponernos nuevas restricciones y más impuestos. Lo que falta es memoria meteorológica o, al menos, ganas de investigar los datos del pasado reciente o escuchar a los especialistas en la materia. Quien comulga con la patraña de la ‘crisis’, mira a ver si le interesa, es decir, quién le paga; quienes lo rechazamos de lleno, no tenemos interés en tragar con carros y carretas, además de que la gran mayoría no vemos los noticieros de prensa, radio y TV que te ‘machacan’ con el temita al desayuno, la comida y la cena, que es cuando mejor ‘entra’. Ahora ya no se habla de Covid ni de la plandemia, ahora todo es cambio climático. A fuerza de tanto repetirlo, tanto escucharlo, acaban de creérselo hasta los niños de teta.
Yo y mi circunstancia aprovechamos para despedirnos hasta septiembre, deseando que pases un muy buen verano, sin importar dónde vayas, con quién estés, si hace frío, calor o llueve. Recuerda que el tiempo es relativo y lo marca el sol. Recuerdos a la luna de mi parte.
Asín sea.