
Conversaciones entre dos en las que sólo uno muestra interés, o de cuando lo más bonito es el silencio. Quizá hablar esté sobrevalorado.
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Ella: Mira, hay fútbol, están jugando el Madrid y el Barcelona
Él: Déjales que jueguen responde (sin levantar la vista del libro de sopa de letras).
Ella: ¿Ya no te gusta el fútbol? insiste.
Él: ¿Voy a jugar yo por ellos?
Ella: No, no, nosotros les vemos.
Él: Pues mira tú para ellos.
(Silencio)
Él: Murmura un “buenas noches”, y se va.
Ella: Buenas noches, responde como un eco y se queda.
. . .
Ella: Que aproveche.
Él: Gracias.
Ella: ¿Está rico?
Él: ¿Por qué iba a estar malo?
Ella: No sé, pregunto.
Él: Tienes cada cosa… Tu cabeza parece un ordenador, no me extraña que sepas de todo con lo que preguntas…
Anda come y calla.
(Silencio)