domingo, 23 de octubre de 2022

domingo, 23 de octubre de 2022

Las palabras son el viaje

Todo lo que das, te vuelve
Inma

Foto: Alejandro Nemonio

Quién me iba a decir que uno de mis mejores viajes transcurría sin moverme apenas del sitio. Un viaje a través de las palabras. Temía que se me acabaran, pero los temores casi nunca se cumplen y lo que terminó pasando fue que se quedaron cortas y necesitaron apoyarse en idiomas universales como la música, las miradas y los abrazos.

Un día mágico que no tuvo truco. Como punto de partida, el agradecimiento. Como hilo conductor, las emociones y mi destino, vuestro corazón. Parecía que iba a ser mi día, pero acabó siendo nuestro.

Los pasos de este camino arrancaron mucho antes, como autoterapia que pretendía ir al encuentro para llegar a un nosotros. Continuaron como una evasión, me olvidé de mi mochila metiéndome en otras pieles y se completaron con intentos de poemas en los que como  aún no domino la métrica de la vida se quedaron en sentimientos en vertical, en fuegos artificiales para el alma.

Cuando me quise dar cuenta el veneno de la creatividad al que conduce la escritura circulaba por mis venas. Si algo hice bien fue rodearme de los mejores, ya lo dijo Newton "si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes". Verme a través de vuestros ojos fue un honor y el faro perfecto que minimizó todos mis miedos.

Esa noche me costó dormirme y al despertar dudaba si los recuerdos formaban parte de un sueño o eran realidad. Puede que mi memoria lo olvide, pero mi corazón jamás.

Una de las personas que asistió al evento me comentó que sintió que ahí estaba la vida. Me quedo con esa descripción de un instante perfecto que superó todas mis expectativas, lo firmaría una y mil veces a vuestro lado. Gracias, gracias, gracias.