Sabias, curiosas y graciosas
Elena
“Panza llena y corazón contento, que todo lo demás es cuento”
La felicidad se alcanza con la alimentación y la serenidad espiritual.
Este refrán propone un modelo sencillo y eficaz: la subsistencia, (lo que en la cultura popular se llama “pan”), es la necesidad inmediata, imprescindible.
La conciencia tranquila es la segunda característica. El saber colectivo deja aparte, en esta ocasión, consideraciones más perentorias: el dinero, la posición social, reconocimiento, etc.
La felicidad para las gentes sabias -dice el refrán- sólo consiste en poder comer y en temer el ánimo sosegado.
Yo con estar tranquila y no pasar hambre estoy más que satisfecha…