
Julián es abogado, le consume la ambición, necesita más prestigio, más gloria, más dinero.
Trabajando sin descanso consigue todos sus objetivos, incluido el soñado Ferrari rojo. Esclavo del reloj nada le satisfacía. Se quejaba de que estaba enfermo y cansado de estar enfermo y cansado. Había perdido el sentido del humor. La presión constante pasaba factura a su cuerpo y a su espíritu.
Un ataque cardiaco cambia su enfoque y se va a la India buscando el sentido de su vida. Allí conoce al yogui Krishanan que le transmite las enseñanzas que transformarán su pensamiento.
"No soy más que un hombre que ha encontrado su alma. Yo también he recorrido ese camino, amigo mío, yo también he sentido ese mismo dolor. Pero he aprendido que todo sucede por alguna razón. Todo tiene un porqué y toda adversidad nos enseña una lección. Nunca te lamentes de tu pasado. Acéptalo como el maestro que es".
Si queréis saber más tendréis que leer “El monje que vendió su Ferrari”.
Estas son las siete virtudes imperecederas de la vida esclarecida:
- Dominar la mente
- Seguir el propósito
- Practicar el kaizen (mejora constante)
- Vivir con disciplina
- Respetar el propio tiempo
- Servir desinteresadamente a los otros
- Abrazar el presente