domingo, 28 de marzo de 2021

domingo, 28 de marzo de 2021

Autoestima

Todo lo que das, te vuelve
Inma

Después del parón impuesto por la pandemia hace unos días he retomado a través del aula virtual del Teléfono de la Esperanza el último curso, Orientación en situaciones de crisis.

Esto me ha llevado a repasar el camino recorrido hasta llegar aquí. El primer escalón fue el taller de autoestima. Me parecía más fácil decir supercalifragilisticoespialidoso del tirón que llegar a tener unos niveles aceptables de autoestima, lo bueno, que tenía ganas y muy poco que perder.

Llegaba a las clases puntual; ni muy pronto, lo que me obligaría a establecer conversación con alguien, ni muy tarde, para no llamar la atención. Me sentaba con la cabeza agachada, escuchaba a mis compañeros y cuando me tocaba el turno intervenía de manera muy torpe a mi juicio, tratando de no extenderme para no quitarle tiempo al resto de personas y porque consideraba que no aportaba nada interesante. Ese taller lo llevaba Cintia, un ser de luz que nos acogía con gran cariño y nos escuchaba con una sonrisa en la mirada.

Las semanas pasaban más o menos con esa dinámica. En casa trabajaba los temas, hacia las tareas, pero cada martes mi actitud era de  "tierra trágame".

El último día, es costumbre que cada participante entregue a sus compañeros un papel con una frase positiva. Para mi sorpresa me dedicaron frases como: " Alegre, enérgica", " Eres alegre y positiva: cuando sonríes dale el sol", "La chispa de la vida, la mirada radiante. Por más que te empeñes, a la vida, a los que te rodeamos, nos es imprescindible que sigas siendo lo que eres: cálida, divertida. Podrás alcanzar lo que te propongas, no lo dudes. Confía en tí"

Personas que apenas me conocían pensaban así de mí y yo que debería ser mi mayor apoyo me boicotea sin piedad. ¿Por qué no podía pensar yo así de mí?.

Cuando llegué a casa plastifiqué esos papeles en la carpeta y se convirtieron en mis alas para llegar hasta aquí.

"Si no tienes ningún enemigo dentro, el enemigo de fuera no podrá hacerte daño" 

Proverbio africano