sábado, 27 de febrero de 2021

sábado, 27 de febrero de 2021

Sé consciente de lo que quieres

Creciendo en el amor
Juan Fernández Quesada

Si analizamos nuestra vida, nos hacemos conscientes de que los mayores cambios han ocurrido tras alguna adversidad acontecida. La palabra crisis viene del griego que significa “separar” o “decidir”.

Crisis es algo que se rompe y puesto que se rompe hay que analizarlo. La palabra crítica significa análisis o estudio de algo para emitir un juicio, una valoración. La palabra criterio es hacer un razonamiento adecuado. Por lo tanto, toda crisis conlleva análisis y reflexión, nos induce al cambio. También la palabra Cristo, que significa “ungido”. Esta palabra jamás ha significado “crucificado”, más sin embargo todos relacionamos al Cristo con el crucificado, y de ahí la connotación negativa: “Va hecho un cristo”.  Antes bien, la palabra se refiere a un ser que se transforma a raíz de una crisis.

Agradece, por consiguiente, las crisis que has tenido, porque esas crisis, si te han sucedido, no han sido porque sí, sino para que cambiaras o produjeras cambios en tu vida. Lo que te ha acontecida de forma adversa te llama a que te clarifiques en lo que quieres verdaderamente en tu vida.

Una enfermedad, un divorcio, una pérdida laboral, la muerte de un ser querido, nos plantea una revisión en nuestras prioridades de vida. ¿A qué estamos dando importancia o prestando atención? Y ¿qué es lo verdaderamente importante en mi vida?

Las preguntas son las respuestas y responder a las más importantes es resolver las más triviales. ¿Qué sé de mí mismo? ¿Qué deseo comprender del mundo en que vivo? ¿Qué es una verdadera necesidad? ¿Cómo deseo verme al final de mi trayecto? ¿Qué tipo de vida en este mundo quiero vivir?

En último término, escoge las preguntas que te lleven a contestar sobre:

–Elegir la vida que realmente quieres. ¿Cómo te vas a sentir cuando lo logres? Visualiza tu aspecto, qué vistes, dónde estás, con quién, qué sueles hacer, etc.

–Qué debes hacer para conseguir lo que quieres.

–Sé consciente de los obstáculos que te obstaculizan llegar donde quieres. Los impedimentos que te pones (yo les llamo “los perales”: Sí, pero… ¿Cuáles son tus perales?

–Sé consciente de los facilitadores que tienes para llegar donde quieres. ¿Qué me permito? ¿De qué dispongo?

–Cuál es el primer paso para avanzar hacia donde quieres. Recuerda lo que dice el verso del Tao: “Si quieres caminar mil millas, no prestes atención al final, sino al primer paso que tienes que dar, y después al siguiente”.

–Qué quieres ofrecerle a la Vida, a los que te rodean. Recuerda que lo que das es lo que recibirás.

–¿Cuál es la necesidad que te has creado y que no te es necesaria? Muchas personas se aferran a algo que creen que les es necesario para vivir aquí.

Recuerda que descubrir tu propósito es afianzarte en lo que vas a creer, lo que vas a defender y en lo que te vas a comprometer. Es tu causa.

Un abrazo.