jueves, 18 de febrero de 2021

jueves, 18 de febrero de 2021

La dama de hierro

Ventanas al sol
Ana Cristina Pastrana

Desde una esquina contemplaba, absorta, su imagen en el espejo, segura, altiva, desenvuelta, como si la vida le perteneciera. Escuchaba, impertérrita, sus quejas, órdenes, juicios y sentencias, abrumada por el glamour de sus ademanes. La ironía y el sarcasmo que emanaban de su boca me dejaban boquiabierta. Pegada a la pared, sentía como el peso de su sombra me invadía, me diezmaba, succionando todos sis pensamientos y recriminándome, tácitamente por ellos. Cuando sus pupilas me taladraban, escrutando mi alma, sentía que mis ojos, como cataratas, se derrumbaban. 

Su fuerza y seguridad minaban las mías convirtiéndome en su satélite. Necesitaba su validación que me erigía en dependiente, ser obediente para no sentirme culpable y sumisa para ser merecedora de su aprobación y afecto. Renuncié a todo aquello que sus gestos desaprobaban por miedo a perder su cariño, a ser yo misma para no defraudarla, a buscar la perfección para ser digna de ella.

La dama de hierro me fue forjando como un orfebre lo hace con su obra maestra, sin ser consciente del mimetismo que ejercía en mí desde tiempos ancestrales.

Hoy, cuando su mente omnisciente, su extraordinaria inteligencia, sagacidad y fina ironía duermen entre flores, siento que tanto mi fragilidad como la incertidumbre que me asolaba, la indecisión que me definía, la inseguridad y el miedo a equivocarme que me atenazaban, duermen, con ella, bajo tierra. Lo quiera o no, parte de ella vive en mí y toda la fortaleza que la caracterizaba y por la que yo la admiraba, hoy me ayuda a decir no al mundo sin sentirme culpable, a disfrutar de la vida sin etiquetarme de irresponsable, a priorizar mis Madre, ahora que te has ido, he aprendido a amarte sin temerte, a juzgarte sin recriminarme, a aceptarme y a aceptarte. ¡Tantos años temiendo tu rechazo sin ser consciente de tu amor!