miércoles, 14 de octubre de 2020

miércoles, 14 de octubre de 2020

Mujer de sal y fuego

Ventanas al sol
Ana Cristina Pastrana

Con el cuerpo hecho girones, hay una mujer que barrunta contra el cielo. Sus ojos, mastines del infinito, van desleyendo cicatrices, reciclando sueños al vapor, galopando entre nubes de cemento. Bruñe el tiempo sus pupilas, mientras la ironía se columpia entre sus labios. Nace, muere, grita, cuando, calladamente, ruge el desaliento entre sus manos. No hay abrazos que calienten los hangares de la noche ni violines que disfracen el trago amargo de sus días.

Con el cuerpo hecho girones, borracha de soles, hay una mujer  en el alero del tejado. Colgados de una percha los lamentos, su orgullo pinta besos en el patio de la luna. Apura lentamente su locura. Ríe y el corazón se escurre por el fregadero. Un tren ácido escala sus neuronas mientras el cielo y el infierno bailan en la punta de sus dedos.

Con el cuerpo hecho girones, llevo una mujer atravesada en la garganta, una mujer de sal y fuego que va quemando mis verdades y silenciando mis palabras.