sábado, 10 de octubre de 2020

sábado, 10 de octubre de 2020

¡Hola!, ¿qué tal?

Observando la vida
ISPE

Soy una persona a la que le gustan los deportes aunque por mi edad ya estoy bastante condicionada en el ejercicio de algunos.

Cuando los practicaba, el respeto hacia los demás en su esfuerzo y la aceptación de mis limitaciones, eran dos pautas que siempre tenía presentes con independencia de si al final alcanzase o no la victoria.

Como espectador reconozco el valor de entretenimiento que me aportan las distintas especialidades deportivas, pero tengo muy claro que en ellas no me va la vida, ni determinan mi estado de ánimo, ni mucho menos son razón de desencuentro con otras personas.

En estos meses de Septiembre y Octubre arrancan los distintas competiciones, muchas de ellas han tenido un previo marcado por distintos desencuentros entre jugares y clubs, negociaciones de nuevos fichajes, decisiones de última hora sobre contratos millonarios.

Me llama mucho la atención la cantidad de gente que ves que emocionalmente se transforma por estas decisiones, discuten, vocean e incluso pelean por defender a sus ídolos, esos jugadores de quienes “supuestamente” saben todo lo que sienten, piensan o sufren.

En una sociedad como la actual, queremos saber cada vez mas de esas “divinidades publicitarias” a los que nunca veremos cara a cara, ni conversaremos desde el corazón, ni les pediremos un favor, ni les contaremos nuestros sentimientos.

Sin embargo, estamos perdiendo el contacto con el vecino, con el del barrio. Nos cuesta hablar con las personas, saber de ellos, de sus necesidades, de sus vidas, tender una mano. Cada vez nos enrocamos más en nosotros mismos y nos vamos empequeñeciendo en nuestro crecimiento personal.

No me gusta como vamos caminando, pero yo lucho y disfruto yendo a contracorriente, estando  cerca de aquellas personas que forman mi vida, ampliando contactos, conociendo a gente, acumulando vivencias…

Ahí lo dejo….