
Queridos viajeros de éste tren a la deriva, de ésta vida, de éste viaje, disfruten del paisaje.
El manto del otoño empezó a cubrir nuestros paisajes,
pintó los suelos, el cielo y hasta las copas de los árboles.
Susurró el despido del verano entre sus vientos afilados,
nos hizo coger las botas y trajo amaneceres helados
Las castañas al horno, los paisajes naranjas,
los chocolates calientes bajo una manta en la terraza.
Esperando con ansias las primeras nevadas y
recordando con nostalgia cómo fueron las pasadas...
Por una carretera rodeada de ocre y granate,
el olor a tierra mojada, la lluvia en los cristales.
Octubre llegó confuso este año de miedos adicionales,
de ojos tristes, de sonrisas mentales,
de miradas valientes y de recuerdos familiares.